miércoles, 24 de junio de 2009

Majestuosidad de CHIMBOTE

M24062009


Durante mi última visita a Chimbote hice unas tomas fílmicas de la bahía, si bien un tanto deficientes por la calidad del video de todos modos dan cuenta de la majestuosidad de la vista del puerto y sus atractivos: una puesta de sol espectacular, el resplandor de la Isla blanca, las barcas que descansan a la espera de los pescadores artesanales e industriales en el puerto, el vaivén característico y propio del muelle artesanal, y todo el conglomerado de ciudadanos chimbotanos (por el hecho ya de vivir ahí) que giran en torno a ese ambiente dan ese panorama que ha inspirado a más de un escritor.

Aquí se puede ver a traseúntes inesperados, las parejas amancebadas en el Malecón Grau, un loco que le canta al mar, y escuchar a la vez la voz poética de mi amigo el editor y poeta Ricardo Ayllón, quien da sus impresiones de lo que le provoca estar en ese lugar:

En pleno muelle Gildemeister al atardecer se puede ver una vez más las barquitas artesanales que llegan al puerto y zarpan del mismo, en ese panorama se puede apreciar e interactuar con los pelícanos, aves guaneras que vuelan entre la isla y el muelle; al otro lado descolla el inmenso Cerro de la Paz que en sus faldas aloja al Parque de la Juventud, la Iglesia Catacumbas y una Estatua de San Pedro, patrono de Chimbote y la Cruz:

Es verdad, el puerto de Chimbote no es sólo su proceloso mar, la bahía del Ferrol, el ancestral muelle, sus pintorescos pescadores, la vida silvestre de los graciosos pelícanos y las gaviotas, es sobre todo una ciudad que -a tan solo 432 kilómetros al norte de Lima- es una de las zonas geográficas más bellas del litoral peruano.

Imposible evitar filmar la conmovedora retirada al caer de la tarde bajo el sonido cálido de las olas: mujeres vendedoras que se retiran a sus casas y hombres que recién llegan para adentrarse en el mar e inicar sus labores de pesca:

En plena Panamericana Norte, a cada lado de la misma, soportando el raudo paso de los autobuses interprovinciales, yendo de Chimbote a Nuevo Chimbote existe una zona que se llama Los pantanos de Villa María, pasando ello (por la Avenida Pardo que da a la Avenida Pacífico) se llega a Nuevo Chimbote, donde nos recibe su plaza mayor que alberga a su catedral. Aquí una toma de la misma, frente a la cual converso unos segundos con Paula, mi madre: